lunes, 15 de octubre de 2012

DIALOGOS


6:30 A.M. El ruido de la ciudad me despierta de un sueño, en estas circunstancias soñar es un privilegio, desde que aqui duermo pocas veces se sueña. El sueño te transporta un poco fuera de tu realidad. Soñar...
Al voltear la vista hacia arriba ahí está mi amigo inseparable de varios días.
- Hola, ¿qué tal la noche? Ví que hoy no tuviste mucho trabajo, se ve que la situación sigue difícil.
- Asi es amigo, y ya estamos a fin de mes y como ves el trabajo es poco.
- Oye por cierto, ¿y a ti cuando te rescatan? Es increible como la vida nos cruza en el camino.
- Pronto amigo, solo depende de Bruselas. ¿Y tú?
-Hombre lo mio es un poco más complicado, ya sabes que si el gobierno no tiene dinero, que si los recortes, que si lo del paro, que si lo de la RAI.
- Y, ¿entonces?
- Bueno, pues me apaño como puedo, una ayudita por aquí, unas colilas por allá, un bocadillo de algún buen samaritano. Y mi buena comida en el albergue. ¿Y tú?
-Bueno yo me apaño diferente. Tengo un amigo influyente que usa dinero de todos ustedes y pronto me rescatará. Afortunadamente sólo necesito 40000.
- ¿Euros?
- No amigo. 40000 millones
- Con razón duermes tan contento y sin problemas. Es lo bueno de llevar por apellido banca. Yo, sin embargo, espero que alguien o algo me rescate. Lo que yo necesito es poco, solo necesito amor, cariño, respeto, un empleo y salir de la calle. Poco, pero parece que es más difícil que tus 40000 millones. Por lo menos a tí te escuchan y todos luchan por tí, desde el presidente hasta los grandes económistas. A mi solo me escucha mi trabajadora social, por eso le estoy tan agradecido.
- Bueno amigo ya es hora.
- Sí nos vemos en la noche. Espero que hoy tengas un poco más de trabajo por el día para que durmamos bien esta noche. Por cierto, a ver si te dejan dinero suficiente pues cuando llega  gente en la noche y no tienen billetes, como protestan. Por cierto, ahí te encargo mis cartones. Me voy, ya viene tu patrón a abrir la puerta.
- Bye.
- Adios amigo cajero. Hasta la noche.
                                                                                                                                                Roberto F.


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