Estaba esperando una hora,

y no llegaba la visita,

inesperadamente

se me ocurrió escribir.

¿Qué puse en el remite de la carta?

direccción errónea.

La postura no fue correcta,

las frases carecían de interés

y para terminar el papel chino

no abundaba.

¿Qué me deje en el tintero, además de la pluma?

un renglón de propuestas

a horas inciertas;

la lluvia llega y deja un vacio de agua sin vaso.

Espero a que pase mi futuro

y no veo el color de la sombra, negra.

El asfalto mojado por el chaparrón y

en este parque se está bien.

La paloma volaba,

el pez nadaba

y un patito pequeño, con su plumaje

amarrillo revoloteaba.

                                                                    Rafael V.



Todas la personas sin hogar, sin recursos, no son indigentes: únicamente son personas que no tienen las necesidades básicas para poder susbsistir. Un día yo tuve que pasar por un albergue. Allí los días pasan lentos, así que las personas que conviven en uno de estos recursos, matan el tiempo conversando y escuchando. Al hablar con ellos, entendí que todos tenían sueños y vivencias frustadas. Me hablaban con mucho dolor, intentando describirse, no como son, sino como les gustaría ser. Entonces descubrí que muchos de ellos en lugar de querer ser personas, se convertían en personajes. Aquí cada uno se describe de la forma que le gustaría ser: su vida, su pasado aún esta en su cabeza y no les deja mirar hacia adelante para encontrar un futuro mejor en medio del bosque en el que se convierte su pasado. Por lo tanto, y desde mi humilde punto de vista, deberían despejar sus cabezas e intentar alcanzar realmente el sueño que en estos momentos les debería preocupar mas: volver a ser personas, dejando de lado al personaje.

                                                                                                                                                Olivia G.F.

Seguramente muchos de nosotros tenemos una imagen estereotipada de lo que se denomina "persona sin hogar". Es aquélla que nos ofrecen los medios de comunicación. En éstos medios se ofrece una imagen despectiva o peyorativa de este colectivo. Solo queremos acordarnos de ellos cuando llegan determinadas fechas o cuando por intereses personales nos comparamos con ellos para sentirnos reconfortados y autocomplacernos con las desgracias de los demás. Aún así y dentro del mismo colectivo podemos comprobar que entre ellos mismos existe esa visión estereotipada que la sociedad tiene de los transeúntes e indigentes.  Cuando uno conoce y se sumerge en el colectivo se va dando cuenta de que los problemas a los que se enfrentan difieren en cantidad pero no en cualidad. ¿Qué quiere decir esto? Bueno en pocas palabras decir que son problemas de primera necesidad (comida, cama,...) pero que en definitiva se pueden resolver como los problemas que tenemos la mayoría de los mortales. La diferencia estriba en las estrategias de afrontamiento que poseen y la red de apoyos sociales que tienen a mano.

- Religiones: Y la verdad es que no hay ninguna religión mala o que empuje a sus creyentes al crimen u otras cosas prohibidas por las leyes igual laicas como constitucionales. Pero si es posible que la religión empujada a su lado extremo se oscurece y para conseguir ciertas ventajas políticas más que religiosas usa la violencia de forma institucionalizada (veanse los casos de Irak, Irán, etc...), pero en sí misma la religión propaga la paz y la convivencia, el entendimiento, la bondad y la no violencia.

- Política: Estamos hablando de un territorio oscuro, con intereses de grupo y personales más fuertes que los intereses de los votantes, y por ello propongo a los políticos el hacerse esta pregunta: ¿ Qué es más importante para ti lo que hace un país por ti o que haces tú por tu país?

- Asuntos Sociales: Aquí si que tenemos mucho que hablar pero intentaré ser corto. Subrayar que lo que pasa ahora en nuestro país no son culpables los dirigentes políticos sino los bancos que quisieron el provecho rápido en lugar del un pequeño beneficio pero estable. Y digo esto porque invertir más dinero en actividades económicas duraderas, no como el ladrillo que duro pocos años, y ahora acabado nos encontramos con un monton de edificios sin poder vender y recuperar el dinero que hace falta que fluya en nuestro mercado. Todavía creo que con todos los esfuerzos que hacen los servicios sociales no podremos sobrevivir mucho tiempo si la economía no comienza otra vez a ponerse en marcha.

- Estabilidad: Pero eso no lo podemos tener si no tomamos todos la misma dirección, ya que estar unidos nos hace más fuertes ante las tempestades. Unidos podemos enfrentarnos a todo,y de igual forma aguantar y vencer cualquier mal que nos pueda volver a ocurrir.

No quiero hablar más porque al fin y al cabo puedo sin querer molestar a alguien, y no quiero bajo ningún concepto hacerlo. Pero como ciudadano y sintiendome Español por el mero hecho de que vivo aqui muchos años, quiero dejar un razonamiento: No es importante que ha hecho tu país por tí, pero sí que es importante lo que tú puedas hacer por tu país".

                                                                                                                                     Gheorge Iulian P.

Caminando sin rumbo por las calles de Toledo, me encontré en un parque, conocido popularmente como "Parque Escolar", con un muchacho, y después de pedirme un cigarrillo nos pusimos a hablar. Me contó que venía de Galicia e iba sin rumbo fijo, sufriendo una enfermedad denominada "Alcoholismo". No imaginaba yo que años más tarde sufriría esa enfermedad. A lo largo de la tarde y hasta que nos cerraron el último gárito estuvimos haciéndonos compañía y contándonos batallitas. Como no tenía donde dormir y a casa no lo podía llevar, pues además de la considerable distancia, estaba mi padre, se me ocurrió la feliz idea de saltar la verja para que durmiera. Yo estaba bastante bebido, pero salté sin ninguna dificultad pero, él al saltar se rajo una pierna a la altura del muslo. Al salir yo del recinto, él se quejaba bastante y fuí a buscar a la policia, quienes personándose en el lugar, avisaron a una ambulancia. Cuando salimos del hospital, le acompañe de nuevo al "Parque Escolar", dónde quedó dormido en un banco. Sobre las 5:30 de la madrugada, aterricé en mi cama, sin pena ni gloria.

                                                                                                                                       Luís Enrique M.



6:45 A.M. El sol comienza a salir. La mañana se presenta fresca, enfilo hacia mi siguiente destino. A lo lejos se asoma el viejo y robusto árbol de la Plaza María Agustina. Conforme avanzo, ahí estás tú como cada mañana, esperando mi llegada...

- Hola hermosa, ¿cómo estás?

- Bien guapo y tú.

- Bien, ya sabes que sobrevivo y sigo mi destino con dignidad. Hoy me siento un poco más sucio, me siento infiel. Tú, sin embargo, igual que todos los días, igual de fuerte, igual de sobria.

- Bueno amigo, ya sabes que aquí estoy para escucharte y acompañarte como todos los días.

- Sabes que pienso en tí muchas veces, te admiro la capacidad que tienes de escucharme, de saber mis pensamientos, mis sueños. En ocasiones siento celos de tí, pues sé que no soy el único del que conoces la vida y secretos, por lo que también me eres algo infiel.

- Bueno cariño, es mi destino en la vida. Me dieron la labor de escuchar, comprender y ser el pasatiempo de muchos.

- Tú eres parte fundamental de mi vida diaria. En ocasiones nadie nos escucha, incluso muchos ni siquiera nos ven, pasamos desapercibidos. En cambio tú... Mi primera colilla de la mañana tiene un sabor especial junto a tí. La fuente es más bella, y la plaza se ve enorme como tú.

- Me alegran y alaban tus comentarios. Por cierto, te veo un poco más disgustado que otros días.

- Pues ya sabes, nos siguen recortando y cada día somos más. Día tras día conozco a nuevos miembros del club de la calle. Tu hermana es como un monstruo de mil cabezas que lo consume todo a costa de lo que sea. Se ha tragado ya sanidad y educación, y parece que ahora va a por los ancianos, aunque su Protector dice que no los tocará. En cambio, tú...

- Para, para, que me alabas mucho...

- No, guapa. Tu eres otra banca, tú eres nuestro consuelo, nuestra compañera de sueños y ocios, de amor y desamor. Tú siempre fuerte y firme sobre tus pies. Sin tí mi vida estaría vacía y viviría eternamente agotado. Bueno guapa, te dejo.

- Adios cariño. Mañana como todos los días te estaré esperando para hablar.

- Sí, lo sé. Es lo único de lo que en este momento estoy seguro, que mañana estaras aquí.

Adiós banca, mi banca.

                                                                                                                                                Roberto F.



Todos en un momento determinado de nuestra vida tenemos que decidir, justificándonos en cada decisión.Cuando una decisión se demuestra con el tiempo que no es la adecuada, lo achacamos a que tenemos una "mala racha", culpando a factores externos y no dando la importancia que se merece a la culpabilidad que debemos afrontar nosotros mismos. En esos delicados momentos, es importante que nos ayuden, pero aún más el escucharnos a nosotros mismos, asumiendo el problema acarreado por la decisión y a partir de aqui pedir la verdadera ayuda, que no es más que nos escuchen. Nada ni nadie es culpable, uno mismo es dueño de sus hábitos y su destino, intentando conseguir sus metas y objetivos. Así que todos tenemos derecho a vivir dignamente, pero para ello cada uno de nosotros debe:

1-) Reconocer los problemas.

2-) Volver a sonreir

3-) Borrar la frase "mala racha"

4-) Quererte a ti mismo, y luchar en la vida.

Somos 5 millones de personas en el paro, y una de ellas soy yo. Ahora he vuelto a sonreir. Saldré de nuevo a conseguir ser de nuevo YO. El resto, que se escuche a sí misma, y todos tendrán un halo de esperanza.

                                                                                                                                                   Olivia G.



6:30 A.M. El ruido de la ciudad me despierta de un sueño, en estas circunstancias soñar es un privilegio, desde que aqui duermo pocas veces se sueña. El sueño te transporta un poco fuera de tu realidad. Soñar...

Al voltear la vista hacia arriba ahí está mi amigo inseparable de varios días.

- Hola, ¿qué tal la noche? Ví que hoy no tuviste mucho trabajo, se ve que la situación sigue difícil.

- Asi es amigo, y ya estamos a fin de mes y como ves el trabajo es poco.

- Oye por cierto, ¿y a ti cuando te rescatan? Es increible como la vida nos cruza en el camino.

- Pronto amigo, solo depende de Bruselas. ¿Y tú?

-Hombre lo mio es un poco más complicado, ya sabes que si el gobierno no tiene dinero, que si los recortes, que si lo del paro, que si lo de la RAI.

- Y, ¿entonces?

- Bueno, pues me apaño como puedo, una ayudita por aquí, unas colilas por allá, un bocadillo de algún buen samaritano. Y mi buena comida en el albergue. ¿Y tú?

-Bueno yo me apaño diferente. Tengo un amigo influyente que usa dinero de todos ustedes y pronto me rescatará. Afortunadamente sólo necesito 40000.

- ¿Euros?

- No amigo. 40000 millones

- Con razón duermes tan contento y sin problemas. Es lo bueno de llevar por apellido banca. Yo, sin embargo, espero que alguien o algo me rescate. Lo que yo necesito es poco, solo necesito amor, cariño, respeto, un empleo y salir de la calle. Poco, pero parece que es más difícil que tus 40000 millones. Por lo menos a tí te escuchan y todos luchan por tí, desde el presidente hasta los grandes económistas. A mi solo me escucha mi trabajadora social, por eso le estoy tan agradecido.

- Bueno amigo ya es hora.

- Sí nos vemos en la noche. Espero que hoy tengas un poco más de trabajo por el día para que durmamos bien esta noche. Por cierto, a ver si te dejan dinero suficiente pues cuando llega  gente en la noche y no tienen billetes, como protestan. Por cierto, ahí te encargo mis cartones. Me voy, ya viene tu patrón a abrir la puerta.

- Bye.

- Adios amigo cajero. Hasta la noche.

                                                                                                                                                Roberto F.



En un mundo cargado de sinsentidos, de prisas, de ruidos, de responsabilidades, de tensión, de contradicciones, de dolor, de egoísmos, de soledades, de malos entendidos, de injusticias...un momento de sosiego, de paz es una bendición. Eso es lo que vivimos un jueves cada quince días en el Albergue. Le llamamos taller pero en realidad es un encuentro, un compartir y un… SENTIR JUNTOS.

Un amigo nos ofreció esta oportunidad, no nos pudimos resistir porque compartir con los amigos es algo necesario; el álbum de colección de momentos aún está incompleto, estamos empezando. Siempre aparecen las dudas, y esos  compañeros de viaje que lo llenan de sombras: los miedos; qué voy a aportar yo, qué puedo hacer para ayudar: “HACER”, es ahí donde está el problema, en nuestra sociedad solo se valoran los resultados, lo que se ve, lo que produce, lo tangible y esto no se trata de hacer sino de “NO HACER”, tan solo dejarse llevar y...SENTIR.

“Abre la puerta, no digas nada, deja que entre el sol...” (Canción de Luz Casal, ‘Sentir’) sí, así es para nosotros esta experiencia; rayos de luz que nos llegan desde esas miradas; unas tristes, otras ausentes, la mayoría profundas, algunas cómplices... ¡¡¡todas hermosas y únicas!!!

Cada jueves una visita inesperada, algunos repiten, otros se dejan caer por allí y traen sus mochilas cargadas de vivencias que les han dejado huella; tienen tanto que dar.

“deja de lado los contratiempos...” en esta pequeña reunión no hay problemas, no hay dificultades, no hay prisas...se quedan fuera, casi conseguimos parar el tiempo, solo tenemos el ahora y lo que uno siente. Desde un “colectivo” (autobús)  alguien vendía SUEñOS  y nosotros quisimos compartir los nuestros  y  con ellos, todos juntos, construir una cadena para lograr cambiar este mundo que nos ha tocado vivir.

“creo en ti cada mañana, aunque a veces tú no creas nada...”  SI Tú, YO; sin un tú, no existe el yo y sin el yo no existe el tú, aunque siempre claro desde la libertad. Un tú y un yo para construir un nosotros… ¡¡Menuda propuesta para nuestro mundo en crisis!!  Cuántas personas nos han empujado, han creído en nuestras posibilidades, han marcado nuestras vidas, cuantos ‘TÚ’ que han moldeado nuestra silueta, están en lo más profundo de nuestro ser y los llevamos siempre con nosotros aunque para algunos ahora su voz guarde silencio.

“sentir que aún queda tiempo para intentarlo...” UNA VERDADERA AMISTAD ENTRE UN PERRO Y UN DELFÍN, ¿esto es posible?  Esto y muchas más cosas, solo hay que intentarlo porque  no hemos llegado al final del camino, aún nos queda mucho por andar. Llenamos de IMPOSIBLES MUY POSIBLES  nuestra botella, no la lanzamos al mar, porque no queremos que la marea se la lleve lejos, queremos tenerla presente todos los días para no tirar la toalla, para no rendirnos, para intentarlo con fuerza y valentía porque los imposibles solo tardan un poco más.

“Abre tus alas al pensamiento y déjate llevar...”

Contínuamos por tercera semana el concurso de artículos del albergue. En primer lugar, agradecer a todas aquellas personas que han aportado sus experiencias y vivencias, y que  hacemos llegar día tras día a traves de este blog a las personas que esten interesadas en saber un poco más sobre este colectivo; y en segundo lugar, incitar y motivar a aquellos que aún no se han atrevido a escribirnos algun artículo, a que lo hagan. Se lo agradeceremos de todo corazón. Aquí cuelgo el primer artículo de esta semana. Disfrutadlo.

"Es curioso lo que hace la mente, sobretodo con los recuerdos. Me acuerdo de mi corto tiempo de deambular por ahí. Y ahora me vienen escenas de familia de mi niñez, como cuando me pasaba las horas escuchando a mi padre y mi madre contando historias de su vida cuando eran más jóvenes o de sus padres, mis abuelos, al lado de un brasero o de una chimenea en el más crudo invierno.O el recuerdo del primer tanteo amoroso que nunca se olvida, que en mi caso se llamaba María, aunque nunca hubo algo serio, fue y es la que nunca olvidé.

Todo eso te ayuda a seguir caminando mochila al hombro de pueblo en pueblo, de albergue en albergue, esperando que cambie la forma de vivir. Hoy en día estoy en Albergue de Castellón para conseguir eso mismo, una nueva vida, romper con todo ello y vivir, pero vivir de verdad. Porque en esta situación ves la vida pasar, pero tú no estas en ella."

                                                                                                                                                Antonio H.



Miki era una niño normal, con sus fantasías e ilusiones, que esperaba que la vida fuera un camino de rosas. Pero la desgracía se cruzó en su vida y una tarde cuando llegó a casa de jugar con sus amigos, encontró a su madre muerta. Su padre se encontraba lejos de casa, y de repente, Miki se encontró solo ante el mundo. Su padre al conocer la noticia no quiso saber nada y no regresó nunca jamás. Miki, de hecho, no lo volvió a ver en su vida. A partir de aquí la vida de Miki cambio por completo. Entró a formar parte de un orfanato y nadie lo quiso adoptar. Su frustración fue en aumento a medida que pasaban los años, pero la fe en Dios le hizo continuar en el camino de la vida. Cuando al fin se convirtió en sacerdote, dedicó su vida y alma a los más desfavorecidos. Y ahora con 63 años recién cumplidos ha pasado por cientos de albergues, mundos distintos y personas maravillosas. Las personas sin hogar, aunque no tengan techo ni comida, son personas humildes, dignas de salir de este vacio en el que se encuentran. Miki aprendió que todo ser humano es único, y que se le puede ayudar, siempre y cuando uno abra las ojos y el corazón. Aprendió que no somos lo que tenemos, sino lo que somos.

                                                                                                                                                   Olivia G.

De este colectivo se ha hablado y escrito mucho y se seguira escribiendo. Pero, ¿cuál es la realidad de dicho grupo? Podemos empezar diciendo que muchas veces son los propios indigentes quienes se excluyen, bien porque se dan por vencidos, comodidad o simplemente porque se consideran víctimas de la sociedad.

Un caso típico de lo que digo es la situación característica de estoy en la calle, no tengo casa ni ingresos y acuden a los servicios sociales a por ayuda, para que le den las necesidades básicas, o sea, comida, cama y aseo, que por supuesto todo el mundo tiene derecho, según la Constitución Española.

Pero ahora vamos a lo real y es que en algunos de los casos la gente tiene una pequeña cantidad económica con la que puede subsistir, pero la usa para otros fines: para comer o intentar buscar un techo no lo utilizan, sino que lo utilizan para beber, comprar tabaco y caprichos varios, ya que lo básico me lo dan por la cara.

Existe también quien de verdad lo necesita y por culpa de esta picaresca pagan justos por pecadores. Me gustaría que las instituciones pusieran quizás un poco más de celo en esta cuestión. Sin quitarles merito en lo que hacen, ya que es digno de alabar, que se preocupen de nosotros y nos animen a continuar hacia adelante.

Y para terminar dejar un rayo de esperanza, que si nos lo proponemos seriamente de la calle se puede salir, y rompamos ya el tópico de víctimas, cojamos las riendas de nuestra vida y la conduzcamos nosotros mismos y no los demás como desgraciadamente sucede cuando dependes de los otros para subsistir en el día a día. El sol y la vida sale para todos, solo hay que cogerlo.

                                                                                                                                                Antonio H.





En esta segunda semana del concurso de artículos del albergue, nos han llegado varios de ellos que hemos considerado que deben ser publicados para que todo el mundo conozca un poco más a las personas sin hogar. Esperamos que os guste, y nos haga reflexionar a todos un poco más sobre este colectivo.

" Tengo 58 años y llevo en la calle como dos años, aunque no consecutivamente, puesto que lo alterno con las visitas a mis hijos y nietos. Estar en la calle es una forma de no agravar la situación de mis hijos, que ya de por si no es todo lo alentadora que se quisiera, ya que esta mal llamada crisis nos esta inflingiendo muchas restriscciones.

Mi forma de viajar es más o menos como lo hace la mayoría de la gente que se encuentra sin techo: Albergues, monasterios,.... Mi otra manera de viajar es la siguiente: Siempre voy provisto de unos cuantos libros, y soy asiduo a las Bibliotecas públicas por donde paso; otra particularidad es que por los lugares que frecuento intento alternar con las personas autóctonas y me interesa mucho visitar monumentos, bien sean civiles, eclesiásticos, museos,... Y al mismo tiempo saber la historia de los mismos: construcción, estilo, época,...

A la vez, con la gente del lugar, me entero de sus costumbres, fiestas, de la dialéctica de cada región por la que voy pasando. Es una forma muy bonita y sana de afrontar el problema en el que estoy inmerso actualmente. Os aconsejo a todos que lo hagaís en mayor o menor medida, ya que os ayudará a soportar el duro trance de estar en la calle.

Llevo un diario, en el cual, voy recopilando todos los datos que caen en mi poder. ¿Quién sabe si alguna vez lo publico y puedo optar a un Nobel de Literatura? Bueno, bromas y sueños aparte os lo recomiendo, a lo mejor no fisicamente, pero si psicológicamente. Atreveos. Probad."

                                                                                                                                         Jose Francisco

Muchas personas estarían encantadas de encontrar un lugar cercano de donde viven como el representado en la foto que precede a este texto. Ese cascada que luego se convierte en un rio de aguas tranquilas puede ser una metáfora de lo que es la vida de uno mismo. La cascada podría representar los saltos que da la vida, provocados por los problemas que hay que resolver. La resolución de los mismos consta de varias fases, entre las que se encuentra la decisión, que depende del momento y del contexto de apoyo que uno tiene a su alrededor. Si el momento no es el oportuno o uno no encuentra en su circulo más cercano el apoyo social necesario para que esa decisión que ha tomado se pueda poner en práctica de la mejor manera posible, podemos caer en los remolinos que se forman al final de la cascada. Por lo tanto, la que en principio nos ha parecido la mejor decisión se torna en una circulo vicioso que a medida que pasa el tiempo nos va absorviendo hacia el fondo. Al principio luchamos por salir de él, pero cuando nos damos por vencidos y sentimos como el remolino nos absorve hacia su interior, sentimos que hemos perdido la capacidad de decisión, y ya no depende de nosotros.

En el albergue de Transeúntes de Castellón nos encontramos en muchas ocasiones casos como el descrito en la metáfora anterior. Personas que por no tener habilidades sociales suficientes para desenvolverse en esta sociedad cada vez más competitiva o simplemente por no tener el apoyo social necesario para la resolución de los problemas, caen en un remolino como los descritos anteriormente. Aunque, en nuestro caso, intentamos que las personas que pasan por este recurso se sientan en mayor o menor medida escuchados y atendidos en las necesidades básicas, y si el caso lo requiere, el intentar trabajar con ellos para que  el proceso de reinserción social sea lo menos dramático posible, evitando las etiquetas que se suelen colgar a las personas sin hogar, y que finalmente, y toda vez que la persona ha conseguido la reinserción social, su vida vuelva a fluir como el agua del rio que ya ha pasado la cascada: Tranquila y transparente.

Con un punto de libro comencé mi taller este año como voluntaria en el albergue de Cáritas. A medida que ibamos avanzando, cada cual realizaba su punto de libro, llevándome una gran sorpresa al comprobar los estupendos artistas que allí había reunidos y que daban rienda suelta a su imaginación, realizando el taller con verdadera maestría.

Comencé a pensar que un punto de libro es algo más que un marca-páginas. ¿Puede ser un punto de comienzo? ¿ O, sin embargo, un punto muerto? ¿O quizás un punto final?

Todas estas preguntas me revolucionaron la cabeza. Y pensé, ¿en qué punto de la historia estamos? ¿A qué punto nos llevará todo esto que estamos viviendo? ¿por qué hay gente que se dedica a pensar por nosotros mientras nos morimos de hambre teniendo que recurrir a las colas de los bancos de alimentos o a los albergues? Mientras, nos engañan diciendo que esto es lo que conviene al país. Nosotros no podemos dormir pensando en cómo vamos a pagar este mes el alquiler, qué comeremos, cómo pagar a hacienda por un piso que ya no es nuestro o qué será de nuestros hijos si al abuelo le quitan la pensión. A lo mejor nos hacen una gracia y suben las pensiones un uno por ciento, mientras nos cobran las medicinas, o nos suben los impuestos. Es indigno todo lo que está sucediendo, mientras piensan por nosotros, nos quitan la dignidad.

Y me pregunto: ¿A qué hemos llegado?

NADIE CON MÁS, NADIE CON MENOS

(" Un tal Jesús", López Vigil)

                                                                                                             Mª Carmen, voluntaria del albergue





El día 1 de Noviembre de 2009 fuimos por primera vez, junto con el grupo de baile español Arabis, a ofrecer a todos los que se encontraban en el albergue de Cáritas en Castellón un espectáculo de magía y baile.

Aquel día conocimos, por primera vez, lo que era un albergue de transeúntes, pensando que las personas que acudían a este tipo de centros eran mayoría extranjeros sin papeles, o personas con problemas de alcohol, drogadicción o similares, vamos en definitiva los pobretones, los indigentes, personas excluidas socialmente que vagabundean por nuestras plazas y calles.

Sólo nos hizo falta una tarde para comprender que aquellas personas eran tan seres humanos como nosotros.

Se sorprendían con nuestros números de magía, reían con los chistes y bromas y aplaudían con entusiasmo los movimientos de las bailarinas de Arabis. Desde aquel momento, nos dimos cuenta que teníamos que hacer algo; en esa hora y media o dos horas que compartimos con ellos pudimos ver que vivían el momento. Estamos convencidos que logramos que apartaran durante ese tiempo sus problemas y desdichas.

Por eso decidimos hacer un taller de magía, para pasar al menos una hora u hora y media cada mes y que pudieran apreciar la ilusión de la magía como nosotros la hacemos.

Desde entonces han pasado prácticamente 3 años y el tercer lunes de cada mes acudimos puntualmente a la cita con las mismas ganas del primer día. Además de nuestra aportación mágica, queremos transmitirles todo nuestro afecto y respeto y por eso vamos a continuar con este pequeñisimo proyecto, para que tanto ellos como nosotros disfrutemos de esos momentos llenos de magía e ilusión.

                                                                                                                        Juan y Adrián- Magía a dos