TALLER DE POESÍA, EL ARTE DE COMUNICARSE
Otra tarde me vuelvo a poner mis mejores galas y me aproximo al albergue. Los zapatos no son nuevos, pero como si lo fueran. Los pantalones no son nuevos, pero como si lo fueran. Mi camisa no es nueva pero como si lo fuera. Nada es nuevo, pero yo pienso que sí.
Hay una cosa que si que estreno todas las tardes que me acerco a ver a “mis muchachos” y no es ni nada más ni nada menos que un par de orejas.
Unas orejas que mandan mas que mi boca, que tampoco es nueva, ya que allí uno disfruta más oyendo que hablando. El triunfo del ser humano no es ser un buen orador, si no ser un buen oyente.
Uno puede hablar mucho y muy bien, pero si no hay nadie escuchando su tarea no tiene merito. Mientras que si uno esta oyendo, es porque alguien esta hablando. Y la COMUNICACIÓN ( y lo he puesto en mayúsculas) es y debe ser el comienzo de la solución de todos los conflictos.
Hemos jugado con las palabras, el único juego que puede permitirse una ludopatia extrema y luego hemos escrito un poema entre todos que la verdad ha salido bastante bien. Os lo dejo aquí y os aconsejo que lo leáis en voz alta, siempre es posible que haya un oyente cerca.
Javi Aguilella
DESAMOR
Hay una niña sentada
en el borde de un abismo
porque el amor que ella siente
no le es correspondido.
Ella sufre que sufre
porque de un chico esta enamorada.
Al que le gustan los trenes
trenes amantes de niños.
Despues de un largo viaje
comunico su dolor.
El sigue con lo que sigue
y ella sigue con su amor.
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