VACACIONES CON SENTIDO

Comentando la impresión que han tenido cuando han conocido el albergue, casi todos ellos coinciden en afirmar que la idea que se habían hecho antes de conocer este recurso discrepa con lo que luego posteriormente han vivido. Se han sorprendido, muy gratamente, del orden, limpieza, acogida a las personas… Creo que con este punto y el anterior ya hemos conseguido algunos de los principales objetivos que nos proponemos a la hora de organizar esta actividad, que es acercar la realidad y acabar con las falsas ideas que se tiene antes de conocer que se vive en el albergue y la idea sobre las personas sin hogar/transeúntes.
La primera actividad que realizábamos, por las mañanas, para centrar el tema que iba a ocupar la tarde, era la reflexión. Esta actividad se ha valorado como buena, aunque en algún caso, frente al afán de ayudar en el albergue, se ve esta actividad como algo que puede suprimirse.
En cuanto a las tareas asignadas por la mañanas (de ayuda en el albergue) se refieren a ellas diciendo que les hubiese gustado colaborar más, pero estar junto a estas personas les ha resultado muy gratificante y han visto reconfortado su esfuerzo con la acogida de las personas que son atendidas en el albergue, llegando a afirmar “realmente, más que sentir que he ayudado materialmente… me impresiona y fascina, al mismo tiempo, como sonríen estas personas al sentirse protagonistas por una semana…”.
A la hora de comer venían voluntarios a compartir la comida con nosotros y en la sobremesa nos contaban su experiencia con personas sin hogar y como vivían ellos su voluntariado. Esta actividad, aunque en algún momento les ha resultado pesada, debido a la hora del día en la cual se desarrollaba, les ha ayudado a comprender la realidad que se vive con estas personas, según las palabras de una persona que ha participado en la actividad “he visto como Cáritas es una comunidad de personas, que a pesar de que sois de diferentes perfiles, todos trabajáis por un mismo objetivo, que es cambiar la realidad del pobre…”.
Por la tarde visitamos diferentes recursos donde se trabaja con personas sin hogar: centro social Marillac para personas enfermas (pertenenciante a la obra social que llevan adelante las Hermanas de la Caridad), pisos de acogida de inmigrantes y piso de reinserción social Pati (gestionados por Cáritas). Este momento del campo de trabajo se contempla como una oportunidad de poder comprender mejor la realidad, desde diferentes perspectivas, destacando la acogida de la que fuimos objeto y la naturalidad con que estas personas hablaban de las circunstancias que les han conducido a estar en las condiciones en las que se han encontrado…
Cuando se ha pedido definir la experiencia de estos días todos ellos lo califican como una experiencia muy enriquecedora, que marcará sus vidas, que les ayudará a valorar más las personas y cosas que tienen a su alrededor. Todos ellos coinciden en afirmar (igual que nos ha pasado en anteriores campos de trabajo) que les ha sabido a poco y les hubiera gustado que fuera una actividad más larga. Pero creo que ya ha sido “bastante” si nos ha ayudado a cumplir los objetivos que nos habíamos propuesto…
Para mi, personalmente, me es muy gratificante darme cuenta como esta actividad que vamos realizando, ya por cuarto año consecutivo, es una experiencia que acerca a estas personas una realidad desconocida para ellos y pretende ser una denuncia de esta realidad, que están viviendo tantas personas…
Quiero agradecer a todas esas personas que hacen posible esta actividad: trabajadores y voluntarios del albergue, las personas que nos han transmitido su experiencia (Luis, Pascual, P. David, Manolo y Manolo), compañeros de Cáritas del programa de inmigrantes, nuestros compañeros del Pati, las Hermanas de la Caridad. Todos ellos han tenido que cambiar su marcha diaria para acoger a estas personas que han querido tener esta experiencia con nosotros. Agradezco además la cooperación para dar a conocer esta actividad, donde han colaborado: Juanma, Hna. Ana, David, P. Ramón, nuestros compañeros del programa de animación de Cáritas… Pero sobretodo, creo que es importante agradecer la acogida que han recibido estos jóvenes, por parte de las personas que, atendidas desde Cáritas y las Hnas de la Caridad, han visto invadida lo que es actualmente su “casa”…
Acabo con unas palabras de una persona que ha participado en este año en el campo de trabajo, que creo que resume muy bien lo que queremos y esperamos haber conseguido:
“Guardo excelentes recuerdos de esta experiencia… las personas pueden olvidar lo que les dices, lo que les das, pero nunca lo que les haces sentir…”