Durante estos días ya hemos comenzado a celebrar la Navidad…

En el centro de acogida temporal, ayer jueves tuvimos la tradicional comida para voluntarios y trabajadores del centro. Como nos recordaba el P. Juan Manuel Enrich, en la Eucaristía previa a la comida, en un lugar de paso para los más pobres de nuestra sociedad como es este centro (imagen del pesebre donde acostaron a ese Niño), celebramos el gran misterio que supone la Navidad para toda la humanidad…

En la comida pudimos compartir tiempo, bromas, experiencias… con aquellos que, aunque conviven con nosotros, las ocupaciones diarias nos impiden pararnos con esa tranquilidad a escucharnos.

Hoy he tenido la suerte de acompañar a tres personas que, tras su paso por este centro de acogida, conviven ahora en el centro de reinserción social Pati… Desde un colegio de la localidad donde se ubica el centro, nos pidieron transmitir la alegría de la Navidad a los más pequeños, siendo unos peculiares Reyes Magos… Ha sido una experiencia fantástica… Aquellos que tantas veces consideramos receptores de servicios, hoy han sido los que han aportado su granito de arena por la comunidad. Quiero considerarlo como un momento de participación dentro de su entorno. Es el principio para darnos cuenta que la aportación de todos es valiosa para la sociedad.  Si tuviéramos que evaluar esta actividad, bastaría con recordar las caras de estos particulares Reyes. Cada uno a su forma han vivido, desde la emoción del momento, que tienen mucho que decirnos…

    Hace un tiempo comenzamos con el camino de acompañar a las personas en situación de sin hogar, estar junto a estas personas para motivarles, recordarles… que es posible que cada uno podamos tomar las riendas de mi vida en este duro caminar del día a día…

    Ahora nos planteamos enriquecer este camino, intentando que las personas participen en su vida, en nuestra sociedad… Y, ¿porque no?, también en lo que nos afecta  más directamente a Cáritas, nuestros proyectos, nuestras estructuras… Lo importante para Cáritas no es hacer muchas cosas por las personas, sino hacer muchas cosas con las personas.

    Se trata de romper con la lógica impuesta de que las cosas son así porque siempre  han sido así, porque es mejor no marearnos pensando en cómo podemos cambiar las cosas… La cuestión es marearse, tambalear nuestras estructuras… Para que el otro tenga sitio en mi vida, en nuestra sociedad…

    Y en esta tarea no podemos dejar de ser objetivos. Las personas en situación de sin hogar no son unos santos, la calle es dura. En la calle se dan toda una serie de relaciones complejas, donde impera la ley del más fuerte, donde el más débil lo tiene difícil para vivir, donde el poder del grupo se impone a la persona, donde muchas veces los miedos impiden ver la realidad… Pero acaso, ¿esto no ocurre en las relaciones entre las personas que nos consideramos “normalizados”?…

    Pero esto me da miedo, me hace temer que esa “utopía” (de la que habló Tomás Moro), ese Reino que comienza en esta tierra (con el que nos ilusionó Jesucristo), pueda quedarse simplemente en “utopía” (algo que no está teniendo lugar y hacia lo cual queremos caminar), no llegando nunca a ese sueño que es la “topía”, que es hacer realidad lo que soñamos… Porque soñar sobre estos temas, nos recordaba el sábado nuestro compañero Pedro Fuentes, es importante, pero no podemos quedarnos simplemente en soñar. Hay que despertar, hay que dar la vida, no teniendo simplemente un sentimiento de empatía (llorar ante las injusticias), sino trabajar para que esas injusticias vayan desapareciendo …

    Es algo tan fácil, pero a la vez tan complejo, como decirles : “Eres importante para mi… Tus ideas, tu ilusiones, tus esperanzas (en resumen, todo lo que eres y piensas)… son importantes para mi”. ¿Por qué no intentamos entre todos hacer un mundo más solidario, un mundo donde todas las personas tengan su lugar?.



Un año más desde Cáritas Española se lanza la campaña de Personas sin Hogar. El lema de este año es "POR UNA VIVIENDA DIGNA Y ADECUADA. NADIE SIN HOGAR". Pero, ¿qué se quiere decir cuando se habla de exclusión residencial? Se refiere a aquellas personas o familias que no tienen techo o, aún teniéndolo, no disfrutan de una vida digna, adecuada, en paz y en un entorno (el derecho a la ciudad) habitable y sustentable. Dentro de la exclusión residencial se pueden definir diferentes categorías:

    a-) Vivir sin techo: en espacios públicos y/o pernoctando en algún recurso de emergencia.

    b-) Vivir sin vivienda: en servicios, refugios, alojamientos temporales, instituciones,...

    c-) Vivir en una vivienda insegura: sin tener titulo legal para ello, tener notificado legalmente su abandono, vivir bajo amenaza de violencia

    d-) Vivir en una vivienda inadecuada: en una estructura temporal o chabola, en una vivienda no apropiada según la legislación, de forma masificada, en asentamientos sin acceso a recursos básicos,...

Según Naciones Unidas el derecho a vivir en un hogar conlleva: la seguridad en una ocupación continuada y pacifica de la vivienda, el acceso garantizado a suministros, la accesibilidad física al edificio, la habitabilidad legal y emocional y el acceso a la cultura y al ocio.

Por todo ello, desde Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón se han preparado diversos actos:

- Jueves 20 de Noviembre, 16:30 h, Presentación de la campaña en el Centro de Acogida Temporal Mare de Dèu del LLedó

- Lunes 24 de Noviembre, 16:00 h, Presentación de la campaña en el Instituto Ribalta de Castellón, junto con el resto de entidades sociales de la Mesa sin Hogar de Castellón

- Miércoles 26 de Noviembre, 17:00 h, Presentación de la campaña en la Parroquia de los Santos Evangelistas de Vila-real

- Jueves 27 de Noviembre, Flashmob a las 12:00 h en la plaza Huertos Sogueros

- Domingo 30 de Noviembre, día de las personas sin hogar, celebración de la eucaristía en las parroquias de las diócesis.

Os esperamos a todos.

   

          Un año más vuelvo al Centro de Acogida "Mare de Dèu del Lledó" para realizar el taller de musicoterapia. Podéis creer lo que queráis, pero para mi es una necesidad el poder ir y compartir mi tiempo con las personas que se encuentran en el Centro. La mayoría nos conocemos, nos volvemos a ver, sabemos que por lo menos estamos en la misma situación, que  no ha ido a peor. Nos contamos historias, reímos, sentimos, entristecemos,... pero todo ello nos sirve para conocernos un poco mejor. Para saber que es lo que el otro piensa de los demás, de la situación, y lo más importante, de él mismo. El tiempo que pasamos juntos nos hace, por un momento, ver las cosas desde otra perspectiva. Por mi parte, me siento afortunado de estar rodeado de personas que sienten lo mismo que puedo sentir yo, que han tenido las mismas experiencias vitales que he podido tener yo, que, al fin y al cabo, son como yo. Y los participantes refieren que se han sentido bien, que han sentido otra vez una experiencia que durante mucho tiempo no han tenido: el ser escuchados, el poder expresar libremente sus sentimientos y pensamientos, el volver a tener un momento de bienestar en su vida, aunque lo que les rodee no sea lo que ellos desean. Es simplemente un momento en su vida. Un momento que muchos desean que se acabe cuanto antes mejor. Y que luchan por ello.

          Por todo ello, los últimos martes de mes nos reunimos en el Centro de Día. Y escuchamos música, esa música que canaliza nuestros sentimientos y que nos conduce a contar aquellas historias que deseamos vuelvan a ocurrir. Historias felices. Esas historias que todos deseamos vuelvan a la vida de  aquellos que se acercan a pasar un rato agradable con nosotros. Por mi parte, solo me queda agradecer a Laura, Julián y todos aquéllos que conforman la familia del Centro de Día que me hayan brindado otra vez la oportunidad de ir a dar un poco de mi tiempo. Pero no es tiempo perdido. Es un tiempo de felicidad y de buenos augurios. Por todo ello, GRACIAS a todos.

Un reloj de momentos... ¿tienes?

Es el título que hemos elegido este año para el taller que hacemos la tarde del jueves cada quince días. No hemos cambiado mucho pero si queremos darle una aire diferente intentando hacer memoria de aquello que hemos pasado y vivido con una intensidad que lo convierte en un momento, algo que deja huella, algo que ha tenido significado para nosotros, algo que cuando se hace memoria deja aflorar de nuevo los sentimientos que produjo entonces. Estos son los que queremos compartir. No queremos que sea solo memoria, recuerdo o pasado. Deseamos iniciar la búsqueda de momentos por vivir y gozar, el diseño de aquellos tiempos, lugares, personas y encuentros que se convertirán en momentos y pasarán a ese lugar donde se guardan auténticos tesoros vividos, sentidos y gozados.

Lo mejor de mi para ti...

Un momento que puede ser toda la vida pero también el instante de un beso o una mirada, los meses de un noviazgo o los años de un trabajo que me enseñó todo lo que sé… Momentos que han dejado huella que me impide olvidarlos o una huella que me ayuda a no hacerlo… todos los momentos nos valen siempre que hayan sido vividos con profundidad o sean tan deseados que se empiecen a anticipar en el lugar de los sentimientos, y sea desde allí, desde donde poder ir construyéndolo.

Soy mucho más...

La herramienta es fácil, imágenes que sugieren, tiempo para compartir en libertad y verdad, un pequeño vídeo para seguir profundizando y buscando en el rincón de nuestro corazón donde sentimientos, encuentros, momentos y recuerdos se amontonan, volver a compartir y al final una pequeña dinámica para no olvidar nunca el taller de los jueves, el de ‘Momentos’.

Rosana y David

Me lo pido...

Compartiendo camino e ilusiones

Ya hemos terminado la segunda semana del VII CAMPO DE TRABAJO, realizada del 7 al 11 de julio. El año que viene seguro que continuamos con esta actividad, porque así nos lo piden los sentimientos con los que acaban todos los jóvenes que conviven con nosotros.

Estos jóvenes comienzan la actividad con muchísimas ganas de colaborar... Pero al final de la actividad descubren que, aunque es importante hacer para que este mundo cambie, sea más humano y todos tengan un sitio en él, más importante es cambiar nuestro corazón con el contacto con esta realidad, que tan desconocida es para tantas personas.

Como siempre el último día, después de la evaluación, tuvimos una actividad como despedida. Es un momento muy emotivo ya que, las personas que hemos participado, hablamos de que ha supuesto para nosotros estos días. En ese momento proyectamos un vídeo con las fotos tomadas, como resumen de esta experiencia...

Si quieres ver el vídeo pincha aquí.

Jóvenes que han participado en la actividad, junto parte del equipo educativo

Durante esta semana, del 30 de junio al 4 de julio, se ha realizado la primera semana del VII Campo de trabajo en el centro de acogida temporal de Castellón.

Han sido días de compartir, risas... pero especialmente de conocer la tan desconocida realidad de las personas en situación de sin hogar.

Gracias a este grupo de jóvenes por haber querido compartir esta experiencia con nosotros. Nos habéis ayudado en los diferentes recursos que forman parte del centro, pero sobretodo habéis comenzado a entender que, más allá de las necesidades primarias (comer, domir, asearse...), "la persona es lo primero" y todos necesitamos alguien a nuestro lado que nos acompañe en nuestra vida.

Ayer, como último día, tuvimos la evaluación y una actividad en la que nos encontramos con las personas que participan de este centro y de los recursos residenciales de Cáritas. En este acto proyectamos un vídeo con las fotos que recogen las actividades que realizamos esta semana.

Pincha aquí si quieres ver el vídeo.

Esta mañana hemos tenido reunión de coordinación de conserjes. La primera parte en todas las reuniones la dedicamos a la formación. En este caso hemos reflexionado sobre lo que más nos gusta, lo más gratificante, lo que más nos motiva, lo que no nos gusta, lo aburrido y lo que nos desmotiva de nuestro trabajo.

Están han sido las conclusiones:

- ¿Cuáles son las tareas que más me gustan?

- Realizar las tareas de conserje con sensibilidad hacia los alojados y su situación.

- Aquellas que implican explicación del funcionamiento del centro.

- El trato con las personas, acogida.

- El contacto con los usuarios, el trato, su implicación en el albergue y la mía en lo que les pueda ayudar.

- ¿Cuáles son las tareas que más me disgustan?

- Dejar a alguien en la calle.

- La mediación cuando alguien se ha puesto manifiestamente agresivo.

- El no dejar entrar o pedirle a alguien que se marche.

- Tener que decir a una persona que no puede entrar, por tema de sitio, horario, condiciones en las que llega, etc.

- Yo no diría que las tareas, las tareas me gustan, pero si algo todavía no se acopla a mi, serían los horarios de noche, me tengo que acoplar a dormir de día y todavía no lo consigo.

- ¿Cuáles son las tareas más gratificantes o enriquecedoras?

- Cualquier mínimo gesto la gente lo valora y agradece. Confía en ti.

- El vínculo que se crea con las personas para las que trabajamos.

- Cuando he estado apoyando el proceso de personas, que han ido superándose en sus problemas.

- Las que implican una mínima "solución" a un problema determinado de un usuario, que significan algo importante para esa persona.

- Explicarle a las personas el tema de acogida y el que se sientan bien en el albergue.

- Poder ayudar a una persona, a alguien que en estos momentos necesito al igual que nosotros necesitamos de el, para poder seguir creciendo en el camino, camino que nos ha llevado a encontrarnos en este momento.

- ¿Cuales son las tareas más monótonas, aburridas o pesadas?

- Pasar horas por la noche.

- Tareas de administración, logítica.

- Sacar sábanas, equipajes, etc... de usuarios que no se lo han llevado.

- Servicio de lavandería. Aunque desde que hay voluntarios en esa tarea,  ya no es tan pesada.

- Ninguna, cada día es diferente y nuevo, e intento disfrutarlo como es. Todos los días aprendemos.

- ¿Cuales son las tareas que más me motivan?

- Ayudar.

- Actividades grupales.

- Las que puedan servir realmente para introducir algo positivo, o recuperarlo, en alguien.

- El momento de acogida de una persona nueva, que no sabe como funciona esto. 

- Sentir que el otro y yo somos algo más en este mundo tan rico y diverso. Que estamos aquí por amor. Saber que lo que hacemos nos enriquece a todos.

- ¿Cuáles son las tareas que más me desmotivan?

- Volver a empezar con una persona.

- Cuando no hay recursos para apoyar procesos.

- Cuando no soy capaz de hacer entrar en razón a alguien que veo que puede quedarse sin nuestros servicios,  porque haya hecho algo, a mi entender, evitable. Sobretodo si se trata de una persona que nunca haya dado muestras de su problemática.

- Cuando se tiene que quedar una persona en la calle.

- Ninguna.

Terminamos pensando que podemos poner de nuestra parte para que tareas que me disgustan, son aburridas o me desmotivan, pueden dejar de serlo o no serlo tanto.

Los alumnos de Magiterio de la Universidad CEU Cardenal Herrara han querido dejar constancia de su paso por el centro de acogida temporal. Nos han enviado dos escritos con su experiencia, para la publicación en este blog.

"El día 5 de Mayo del 2014, asistí a un comedor social en Castellón. Acudí con varios compañeros de la Universidad CEU Cardenal Herrera y junto al profesor de religión. Primero nos dieron una charla acerca de cómo trabaja Cáritas. Después nos dieron una visita por el albergue y a continuación fuimos a la zona del comedor y de la cocina, dónde nos indicaron lo que teníamos que hacer. Lo primero que hicimos fue limpiar las mesas y sillas, después estuvimos preparando los cubiertos en servilletas y dentro de un vaso. Comenzamos a poner los panes en bandejas, las manzanas, ensaladas, purés, etc, hasta que comenzaron a entrar las personas para cenar. Estuvimos sirviendo la cena y después nos quedamos a recoger y a limpiar.

La verdad que la experiencia para mí fue dura, me dio mucha pena ver la realidad de las  personas que se encuentran en esta situación,  lo cual hace que te replantees muchas cosas.

Algo sobre lo que he pensado, es que todas las personas somos muy egoístas y que podíamos hacer más de lo que hacemos. Ya se sabe que siempre hay diferencias entre ricos y pobres, pero en general podíamos ayudarnos más los unos a los otros. Así habría más igualdades y no tantas diferencias económicas y sociales.

Pienso que las personas deberíamos ser aunque sea una vez en la vida voluntarios, para hacernos reflexionar, y poder ser más solidarios. A mí aunque  haya sido una experiencia dura y real, me ha gustado en el sentido de que quiero ayudar a los demás y me ha incitado a ello, por eso, animaría a todo el mundo a que sea voluntario."

  Sonia Tudela Valverde

"Antes que nada, agradecer la oportunidad que me han proporcionado, tanto mi profesor Jaime Vilarroig como Julián, de poder pasar un pequeño, pero a la vez,  gran rato, en el comedor social. Me llevo un grande recuerdo de este día, que quiero y espero poder repetir en más ocasiones. Recomiendo a todo el mundo que tenga esta oportunidad, que no la deje escapar; ya que, en mi humilde opinión, ha sido una experiencia muy gratificante.

Sólo tengo palabras de admiración para aquellas personas que dedican tiempo de sus vidas a ayudar a los demás. Es muy bonito ver cómo, en el mundo en que vivimos, todavía quedan grandes y buenas personas dispuestas a arrimar el hombro, de forma voluntaria, a otras que no pasan por los mejores momentos de sus vidas.

Me gustaría también, dar la enhorabuena a todos los voluntarios y a todas las personas que hacen que esto sea posible. Tienen que sentirse orgullosos de su buena organización y del buen trabajo realizado, que llevan a cabo día tras día.

Por último, unas palabras de ánimo y fuerza para todos aquellos que no pasan por unos buenos momentos, y mis mejores deseos, para que, con fuerza y constancia, puedan algún día ser ellos los que decidan ir de voluntarios."     

Carmen Gil

Imagen de la Virgen junto a algunas personas que compartimos la oración

La imagen de la Virgen del Lledó ha visitado el centro de acogida temporal, que lleva su nombre, el pasado martes (13 de mayo). Tuvimos un encuentro de oración de todas las personas que quisieron acercarse, entre ellos participantes, voluntarios y profesionales de Cáritas.

Tener este momento de oración nos ayuda a recordar el ejemplo que nos da Nuestra Madre a todo Cáritas. María en los evangelios se presenta como la mujer que se preocupa de compartir las necesidades de las personas que están a su lado, sobretodo de los que más sufren y más necesitados están de una palabra de esperanza. Son pocas las veces de las que se habla de ella, ella misma lo hubiese querido así porque no se ve como la importante, lo importante es Dios y su mensaje de liberación. Esto es lo que debe de caracterizar a todo cristiano, especialmente a todo aquel que quiere compartir la suerte de los últimos, aquel que forma parte de Cáritas para vivir, con esperanza, que entre todos es posible hacer de este un mundo más solidario.

Alumnos de la Universidad CEU Cardenal Herrera conociendo esta realidad.

"Como parte integrante de la asignatura de Mensaje cristiano se ha visto oportuno organizar una actividad de voluntariado orientada desde la Doctrina Social de la Iglesia, como posible aplicación práctica del Evangelio a la vida social y política."

Jaime Vilaroig Martín

(Programación para los alumnos de Magisterio de la Universidad CEU Cardenal Herrera)

Y así fue como el lunes 5 de mayo vinieron a conocer el centro los alumnos de esta Universidad. Entre una persona que esta residiendo en el centro y yo les explicamos como realizamos nuestro trabajo Cáritas Diócesana en el Centro de Acogida Temporal.

Gracias a Jaime y a los alumnos por querer acercarse a conocer la realidad de las personas sin hogar, desde este centro.

Si queréis conocer más de como se desarrollo este actividad pincha aquí.

'Ganas de vivir' ha sido nuestra propuesta durante todo un curso. El pasado jueves, 24 de abril, terminamos nuestro taller. Ha sido un auténtico privilegio para nosotros poder compartir una tarde cada quince días en el Albergue, con todos vosotros. Es un momento breve pero intenso. Dos horas cortas  pero repletas de emociones, sentimientos, nombres… de vida.

El título lo pensamos para ayudar a recuperar la ilusión, la esperanza, ‘las ganas de vivir’… de todos los que se iban a apuntar al taller. Esperamos que haya sido así, deseamos que nuestro compartir haya ayudado a conseguirlo. Pero después de trece jueves hemos descubierto que el título lo habíamos puesto para nosotros. Cada jueves que nos podíamos acercar a vosotros era un auténtico empujón para nuestras ‘ganas de vivir’, para nuestro deseo de vivir con intensidad nuestra vida en el colegio, con la familia, con los amigos… Volvíamos a casa casi sin hablar en el coche, intentando guardar palabras, gestos, lágrimas, testimonios, abrazos… para no perderlos, para colocarlos en el lugar de los firmes cimientos. Gracias, os lo debemos… nos habéis hecho un regalo maravilloso.

En el taller hemos conocido algún pueblo de Portugal llenando de recuerdos, de vida, de sentimientos sus plazas y caminos. Hemos repasado las curvas de la ternura, del encuentro con las personas que se fueron, con los seres queridos de hoy y siempre. Bancos donde sentarse y reposar, para escuchar y mirar de nuevo a amigos, hermanos… aprovechando la sombra de la dulzura, de los recuerdos vivos de los seres queridos. Hemos descubierto atardeceres que anuncian amaneceres nuevos. Las manos, los pies, los corazones… nos hablaban de aquello que nos mueve por dentro y nos hace únicos, irrepetibles, amantes, buscadores, capaces de entender un abrazo como el mayor de los tesoros. Montañas infranqueables que con impulso nuevo y compartido han sido atalayas de libertad, de sueños. Sonrisas de niños, manos y besos de ancianos, miradas de jóvenes, juegos de adolescentes… que nos hay retrotraído en la historia personal para vivirla con el gozo de aquello que vivimos entonces, ahora y siempre. Cometas, aviones, barcos, lápices… que nos ayudaron a viajar hacía el corazón entregado y lleno de lo que otros me regalaron. Perros, pájaros, ardillas, palomas, gatos… que con su ronroneo e imagen nos hacían volver a sentir, soñar o imaginar caricias deseadas que permanecen aunque el tiempo pase.

Hemos plantado árboles con hojas de colores; diseñado estrategias del mejor  y más deseado partido de fútbol, el de la vida de cada día, donde podemos ganar; dibujado con otros agarrados de la mano; pintado un cuadro único como pintura coral de hombres y mujeres que quieren llenar de colores los grises de cada día; nos atrevimos a curar el mundo con tiritas llenas de propuestas de vida; hemos practicado el levantamiento de pesas para poder ejercitar los brazos para no dejarse ganar por el cansancio…

Ha sido un camino también con piedras, pero no nos importaba, todas ellas han sido decoradas, para cambiar la canción… nuestro destino no es rodar y rodar, nuestro destino es vivir, vivir y vivir.

Gracias a todos.

Rosana y David 

Nuestra canción fue: Que nadie calle tu verdad

 

 

 



 

 

 

¿Qué entendemos por necesidades básicas? ¿Cuáles son las características que determinan que una necesidad sea básica? Estas dos preguntas tan básicas y que todo el mundo cree saber, conlleva distintos puntos de vista. Evidentemente dentro de las necesidades básicas hay algunas que podríamos denominar esenciales, como son la alimentación, el descanso, la higiene,... Pero hay otras que también son necesidades básicas del ser humano, como son el diálogo, el pensamiento critico, la escucha activa,... que la sociedad en la que vivimos las degrada y no las tiene en cuenta.

Partiendo de la experiencia de todos aquellos que convivimos diariamente con los participantes del centro de acogida, cabe decir que muchos de ellos muestran las carencias de esas necesidades que la sociedad no considera esenciales, entre las que prima la escucha activa, el saber que por un momento el principal actor de un diálogo es él mismo, que esta siendo escuchado, y lo más importante: comprendido. Esa comprensión  que la sociedad no quiere ver. Esa comprensión de una experiencia que nosotros, aunque la veamos todos los días no la sentimos en nuestras carnes, no la suframos directamente. Y es lo que ellos nos transmiten. "Vosotros venís, hacéis vuestro trabajo y os vais. Pero nosotros estamos las 24 horas, los 365 días al año." Son palabras que escuchas en muchas ocasiones, y que te hacen reflexionar  que la realidad que conocemos es aquella que nos hacen ver. Necesitamos sentir aquello que ellos sienten y que cuentan. Sin esta condición es bastante difícil colocarse en la postura del otro, en los ojos del otro y, sobre todo, en el corazón del otro. Ese otro que tanta necesidad tiene de que le comprendamos.

Os dejo el enlace para que podáis ver el programa, que emitido hoy, habla de parte del trabajo que realizamos Cáritas y las Hnas de la Caridad de San Vicente de Paú, en Castellón, con personas en situación de sin hogar.

No me ha terminado de gustar, porque creo que no ha quedado claro que una parte del trabajo para salir de la calle depende de las personas, nosotros acompañamos ese quehacer. El centro de acogida temporal no es importante porque ahí se realiza un mero asistencialismo, sino que lo esencial es que luchamos cada día por la promoción de las personas... 

Se admiten comentarios...

Pincha aquí para ver el programa.

A pesar de que todo a nuestro alrededor nos haga preguntarnos, una y otra vez, ¿es posible vivir la vida con ilusión y esperanza, cuando todo lo que nos rodea nos invita a todo lo contrario?, desde el centro de acogida temporal de Castellón creemos que, aunque nos puedan llamar locos, es necesario sacar al niño/a que todos llevamos dentro, con todas sus ganas de vivir.

Y eso es lo que hemos intentando hacer a la hora de la comida. Cuando se estaba entrando a comer, como un día más, nos ha visitado el Rey Melchor. Que, tras una noche de muchísimo trabajo, ha decidido hacernos la última vista del día. Y, como no era menos, nos ha entregado a todos un presente, una bolsita de caramelos. 

Lo importante no ha sido la visita, ni el regalo, sino lo que queríamos expresar con ellos. Que a pesar de todo, invitamos a todas las personas con las que tenemos la suerte de convivir cada día, a sacar el niño que llevamos dentro. Hoy han sido muchos los niños que al levantarse han podido comprobar que son importantes para alguien, a pesar de que todo no sea de color de rosa. Para poder creer en nosotros mismos (con todo lo que ello supone) es necesario que los que están a nuestro lado nos hagan ver que somos importantes. Ese es el sentimiento con el que quiero cerrar esta reflexión y estas  fiestas de Navidad.

¿Ilusión o verdad? Una visita inesperada con un importante mensaje.