domingo, 13 de octubre de 2013

COMPARTIR EL CAMINO Y LA MESA


Cáritas, desde hace un tiempo, nos hemos planteado con más fuerza que es eso de acompañar personas y procesos.

Etimológicamente acompañar es estar de camino junto con alguien o  compartir la mesa o el pan con alguna persona. En primer lugar, me gusta pensar que si compartimos camino o mesa con alguien, es porque es una persona importante para nuestras vidas. ¿Quién se pone en camino o se sienta a la mesa con cualquier persona, si no es porque hay una auténtica relación de cercanía?. Lo difícil de ello es estar junto a la persona, tome la decisión  que tome, aunque no estemos de acuerdo con ello, e incluso en los momentos en que se ponen mal las cosas.

Y Cáritas consideramos que acompañar no es solamente tener entrevistas periódicas con una persona, para preocuparnos por donde quiere encauzar su vida, también es estar junto a estas personas diariamente. No exagero si os digo que esta es la parte más atractiva para  mi del acompañamiento, de ser compañero de camino o comensal con alguien. Aquí es donde los recursos residenciales  jugamos nuestro importante papel, de apoyo a los procesos.

Tuve que estar junto a G. cuando le dio un ataque de ansiedad en el albergue y, aunque vino una ambulancia  y le dieron medicación, no se la quiso tomar en un primer momento, y tuve que estar junto con su compañero intentando que se tranquilizara.

O hemos tenido que estar junto a C. cuando ha llegado algunos días ebría y teníamos que acompañarla a su habitación para que descansara y ahora ha decidido, al menos durante un tiempo, abandonarnos.

Me gusta  mi trabajo, el mismo Jesucristo me muestra cada día con su propia vida en que reside preocuparnos  por las personas. Se trata de no vivir en actitud pasiva que el otro se acerque a mi vida, sino que tengo ser yo el que dé el primer paso, no esperando que el otro siga el camino que yo le ofrezco. Porque, como un buen amigo me enseño hace ya algunos años, amar al que tenemos al lado no es esperar a amarlo cuando cambie, sino amarlo hoy tal y como es, con sus luces y sombras. Y os aseguro que entre la personas en situación de sin hogar hay muchas sombras, pero también hay luces, lo importante es saber descubrirlas.

1 comentarios:

Me ha gustado tu propuesta de compartir la mesa. Es algo más que caminar. Significa pararse, sentarse un momento, alimentarse, dar y compartir, planificar, hacer fiesta, esperar para empezar, tener tu sitio, estar deseoso de encuentro, escuchar y hablar, no tener prisa, mirar a los ojos, tener tu tiempo para el otro y el otro contigo, saciar hambres...
En sitios como el Albergue hay mucho de mesa. Es un compartir la vida y dejar libertad para levantarse de la mesa y continuar camino, dar energías y fuerzas para seguir el trecho de la vida que falta y hacerlo aquí o en otro lugar pero acompañado. Hay mesa en las formas, en las propuestas, en los horarios, en los talleres, en las entrevistas... Mesa del tú, de encuentro, de darse, de exigir dando mucho primero... Gracias.