jueves, 19 de mayo de 2011

EN MANOS DE LOS EXPERTOS


Hemos publicado, desde el centro de día del albergue, un nuevo número de la revista LA VOZ DE LA CALLE. En ella públicamos artículos muy profundos e interesantes. En este blog os iremos dando a conocer algunos de ellos. En este caso un artículo de un voluntario, David Carreres, que coordina el taller de cerámica una vez al mes y persona muy preocupado de darle sitio en nuestra sociedad a las personas "mas olvidadas" por todos.

Nunca el mundo, entendido como enorme sistema social, ha dispuesto de hombres y mujeres tan preparados, capaces de dar el salto hacia lo inimaginable, en las más diversas disciplinas. Desde las ciencias a las humanidades, pasando por el arte, nuevos descubrimientos, técnicas, perspectivas y cosmovisiones, acercan hoy al ser humano hacia un conocimiento cada día más exhaustivo y esclarecedor.

Y, paradójicamente, pese a tanto anhelo sincero por investigar y conocer, vivimos en un mundo de listos, pero no de sabios. Parecemos condenados a vivir en manos de los expertos.

Gentes que se etiquetan como intelectuales y desde sus púlpitos, nos venden su humo como si fueran panes o peces, tratándonos como idiotas. Gobernantes que quisieron hacernos creer que los perros se podían atar con longanizas. Asesores a sueldo que nos recuerdan, a todas horas, que si los poderosos no son cada vez más ricos, no habrá pan para todos. Expertos en la monarquía, en protocolo, en la liturgia, en economía, en el síndrome post-vacacional…

Unos y otros se han convertido en los pseudo-profetas del siglo XXI. Visionarios de tres al cuarto, caciques de la moral, abanderados de la desesperanza, guardianes de lo políticamente correcto, aduladores de la corte del faraón.

Son listos, justo es reconocerlo. Pero no sabios. Porque la sabiduría, es la patria de los hombres y mujeres honestos, para quienes “La verdad os hará libres”, es algo más que una proclama feliz. Es hoy como en su día, un mensaje subversivo, porque, sólo quienes aspiran a sentirse verdaderamente liberados, están en condiciones de reconocerla, allí donde ésta se revela, o por el contrario, se oculta o prostituye.
Por todo eso:
Estamos hartos de la moral que se pudre en envases opacos, de tanto saber inútil, de tanto espabilado que se sube al carro...

Hartos de los expertos si no se abajan como el mismo Dios y se manchan las manos con el barro de la historia.

Estamos hartos de que nos den lecciones de todo y nos cuenten la película sólo a medias.

De que a secuestrar la economía de un país le llamen rescate, de que a sueldos indecentes le llamen incentivos, de que te despida el departamento de recursos humanos, de que a la injusticia le digamos fatalidad, a los empobrecidos pobres sin más, a las personas-ciudadanos elementos ilegales o irregulares…

Porque tenemos verdadera sed de justicia y verdad. Sed de Evangelio y no de manual de instrucciones.

David Carreres.

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