Ser voluntario es estar con las personas, recibiéndoles tal y como son.

Alguna vez habréis oído decir que los voluntarios recibimos más que lo que damos, aprendemos de los más necesitados, ellos nos enseñan, nos dan la fuerza y alegría para seguir.

 Los que somos voluntarios bien es cierto que lo vivimos en primera línea y tenemos experiencias que nos hacen crecer como personas y  en nuestra fe.

 Ser voluntario no quiere decir ser fuerte, capaz de solucionar problemas, o que no nos afecte la vida de los demás. Al voluntario le conmueven las historias personales de cada hermano que pasa por Cáritas. Muchas veces, muchísimas veces el voluntario no puede solucionar nada. Ante el sufrimiento y adversidades se siente pequeño y débil. Duda, llora, incluso se enfada con Dios.

 El voluntario es de carne y hueso, tiene sentimientos y le afecta el sufrimiento de las personas. Lo aprendido no siempre es válido para todos, el amor está en su forma de actuar. La verdadera fuerza del voluntario es estar incondicionalmente con las personas, escuchar con humildad, desde abajo, sin juzgar, darse al otro y recibirle tal como es…

Tener fe y saber que Jesús camina con nosotros. Él es la fuerza que nos mueve para llevar la esperanza a los más necesitados.                                                                                                                      

Parte del grupo de Cáritas Interparroquial de Castellón que nos ha visitado.

 

Esta mañana nos ha visitado un grupo de Cáritas Interparroquial de Castellón, para conocer la realidad in situ del centro de acogida temporal "Mare de Deu del lledó". Eran 47 personas de diferentes equipos parroquiales de Cáritas.

 

Como era un grupo tan númeroso lo hemos dividido en dos. Los grupos en su recorrido por el centro han estado acompañados por Laura y Julián (educadora y director del centro). Les hemos enseñado las diferentes intalaciones con que contamos y a lo largo del recorrido les hemos explicado brevemente la labor que se realiza.

 

Nos ha alegrado la preocupación e interés que tenían todos por conocer la realidad de las personas en situación de sin hogar, manifestado en las diferentes preguntas que nos han hecho.

 

Para realizar un fructifero trabajo es necesario trabajar en red, no solo desde las diferentes realidades que configura Cáritas, sino también con otras instituciones.

Grupo scout con los trabajadores del centro de acogida temporal

El sábado, 8 de junio, nos visitó una parte del grupo scout Sant Viçent de MSC (scouts católicos), de la Parroquia San Vicente Ferrer de Castellón. Son chavales de 17 a 19 años, que quieren conocer la realidad del albergue y experimentar la alegría de darse a los demás. Forma parte de un proyecto sobre la forma de ayudar en el ámbito de la alimentación, para ello se han sacado el carnet de manipulador y han elaborado una pequeña guía sobre medidas de higiene en la alimentación.

 

Después de una breve presentación de la problematica de las personas en situación de sin hogar y la labor que realizamos Cáritas en este sentido, por parte de Florencio (participante en este recurso) y Julián (director del centro), se les enseñó las instalaciones. Terminaron echando una mano a la hora de repartir la comida.

 

La labor que Cáritas venimos realizando desde el centro de acogida temporal, no será completa sin esta otra tarea de dar a conocer la realidad de las personas en situación de sin hogar, como una forma de denunciar que los derechos de todos no son respetados.

 

¡Gracias a la monitora, Diana, y a los chicos por querer conocer un poco más de la realidad que nos rodea!

Comida en el albergue, lugar de encuentro y fraternidad

El pasado miércoles, 5 de junio, el albergue se convirtio en un lugar de encuentro para voluntarios y técnicos, que desarrollamos nuestra labor en el Área de Inclusión de Cáritas Diocesana. Fue algo más que compartir la tradicional comida de verano, se convirtió en un momento para conocernos, volvernos a ver, compartir nuestras esperanzas...

Juan Manuel Aragonés, director de Cáritas en nuestra diócesis, al mismo tiempo que nos dio las gracias a todos por nuestro esfuerzo, nos recordó que momentos como este son necesarios porque sentimos que no estamos solos, somos comunidad, en esta dificil tarea que se nos ha encomendado como miembros de Cáritas...

Momento de la mesa redonda, sobre fe y caridad.

Durante estos días Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón hemos celebrado la Semana de la Caridad, participando desde el albergue en diferentes actividades. Ha cerrado esta semana el Encuentro Diocesano de Cáritas.

Uno de los momentos centrales de este día ha sido una mesa redonda, sobre el compromiso como exigencia de la fe. Además de dos voluntarias de Cáritas, en dos parroquias, y un participante en uno de nuestros recursos residenciales, Manolo Viñes y Julián Inés, trabajadores del albergue, han intervenido en esta actividad, que tenía como finalidad repensar, desde el documento “Porta Fide”, que debe de caracterizar nuestro trabajo, como fe y caridad tienen que ir íntimamente unidas.

Momentos como este son necesarios para no perder el rumbo en nuestro trabajo: es la misma Iglesia la que nos envía, en su cometido social, a trasmitir la esperanza del Resucitado a aquellas personas que, por diferentes circunstancias, están al margen de la sociedad; nos envía con la importante misión de trabajar, al lado de esas personas, por los derechos de todos los hombres…

“Muchos cristianos dedican sus vidas con amor a quien está solo, marginado o excluido, como el primero a quien hay que atender y el más importante que socorrer, porque precisamente en él se refleja el rostro del mismo Cristo” (Porta fide, 14)