La remontada es posible
Yo siempre digo que soy un
privilegiado, es verdad. Os voy a contar uno de los últimos privilegios con los
que he sido agraciado.
Fue el pasado jueves. Siempre
desee ser entrenador de fútbol. Mis primeros pinitos los hice de joven, me
encargaba de entrenar a algún equipo de niños del colegio durante mis últimos
años. No fue bien, todavía no había aprendido suficiente de la gran escuela de
entrenadores que es la vida…
Este equipo es maravilloso. Pretendemos
algo muy sencillo aumentar las ganas de vivir. Además tengo la gran
suerte de formar parte de un equipo, somos dos, Rosana y yo. Cada uno se
encarga de una parte del entrenamiento, compartimos, ponemos en común,
retocamos la táctica y nos lanzamos al partido.
¿Los jugadores? Los mejores del
mundo, todos aquellos que el jueves por la tarde quieren compartir con nosotros
un ratito en el Albergue. Formamos un círculo, proyectamos la táctica,
sugerimos una estrategia, nos
dejamos guiar y animar por las imágenes y… a jugar.
Este último jueves fue un
privilegio la planificación del partido. Decidimos estudiar una táctica para
remontar en la vida. Si, remontar cuando se va perdiendo. Nos distribuimos los
dorsales. Pilar, el cuatro. José Luis de portero. Rafa el nueve. Isidro el
tres. José el dos. El seis Antonio para distribuir juego. Victor el diez,
siempre le gustó ser delantero… Teníamos hasta animadoras.
Os dejo la táctica:
- Vamos a ganar
- Decisión
- Atacar
- Estar alerta
- Decisión de cambio
- Avanzar siempre
- Esperar la oportunidad
- ‘Lo voy a parar todo’
- Confiar
- Defender a los más débiles
- Organizar
- Parar los golpes de la vida
Los gritos de ánimo acordados
para las ‘animadoras y animadores’, para la afición fueron:
-
¡¡Tú puedes!!
-
¡¡Adelante!!
-
A por ellos
-
¡¡¡Ánimo!!!
El objetivo era muy claro: LA REMONTADA ES POSIBLE. Ahí os
dejo la pizarra.
Vamos a jugar… remontar SIEMPRE
es posible.
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