CONVIVENCIA, TRABAJO Y REFLEXIÓN
¿Campo de trabajo?
Esa era la pregunta de Jonathan el jueves pasado, en la segunda semana del campo de trabajo. “Para mi esto no es trabajar”, decía, “podríamos llamarlo campo de humanización, campo de…” Podríamos quedarnos con muchas citas o impresiones compartidas durante estas dos semanas.
Han sido dos magnificas semanas de convivencia, trabajo y reflexión, durante las cuales hemos puesto a las personas en nuestro centro de atención. Como decía Luis: “personas sin etiquetas, personas con nombre propio.” También podríamos apropiarnos de la reflexión de Carlos: “he aprendido más cosas de las que yo me pensaba”.
Cuando hablamos de las personas sin hogar, sin conocerlas, tenemos tendencia a culpabilizarlas de su situación y a etiquetarlas. Solo un contacto directo puede hacer cambiar esa opinión. Espero que vosotros, con vuestra presencia y voluntariado en este campo de trabajo, podáis dar testimonio a las personas de vuestro entorno concienciándolas de esta realidad.
Quiero daros las gracias por contar conmigo y dejarme aportar mi pequeño granito de arena, contando mi experiencia como -algo más que- trabajador del albergue.
Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme.
(Mt25,35-36)
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